El suelo, por regla general es la parte que más sufre de la estancia, su brillo se va desgastando con el paso de personas, cuando arrastramos muebles, cuando derramamos algún líquido, etc. Un suelo brillante y pulido llama mucho la atención, y hace que la habitación, o la casa en general se vea mucho más clara y limpia. Por eso, debemos cuidar que nuestro suelo esté siempre abrillantado, puliéndolo cuando lo necesite y no usando lejías ni derivados cuando lo freguemos.

Para pulir un suelo, tenemos que tener en cuenta una serie de normas, las cuales pueden variar en función del criterio del usuario. Vamos a ver un sistema en el cual solo utilizamos agua y los discos abrasivos correspondientes. La pulidora abrillantadora debe trabajar siempre en suelo mojado, nunca en suelo seco.

Para asegurarnos de que pulimos toda la superficie, podemos usar un orden:

  1. Haremos toda la superficie en una dirección y en ambos sentidos.
  2. Después repetiremos la operación en dirección opuesta, hasta cubrir toda la superficie.

Antes de empezar a pulir el suelo, lo limpiaremos hasta que esté totalmente limpio y cubriremos todos los muebles, zócalos, etc. para que no se manchen. Y después seguiremos unos pasos:

  1. El pulido: es la primera operación que se ha de realizar. Para conseguir un buen resultado, no debemos trabajar toda la superficie de golpe, se debe hacer por partes, por ejemplo, de 2 metros cuadrados en dos metros. Sobre el suelo completamente seco y limpio, verteremos una pequeña cantidad de agua sobre la superficie y pasaremos lentamente la pulidora provista del PAD blanco con los discos de pulido nº1. Una vez terminado, retiraremos la máquina y recogeremos el agua sucia hasta dejar el suelo limpio y seco.
  2. El decapado o limpieza: retiraremos el PAD con los discos nº1 y colocaremos el PAD con los discos nº2. Procederemos de forma idéntica al paso nº1, no olvidaremos verter agua de nuevo y retirarla cuando esté sucia.
  3. El abrillantado: es recomendable repetir este paso dos veces para conseguir los resultados esperados. Ahora retiraremos el PAD con los discos nº2 y colocaremos el PAD con los discos nº3. Procederemos de forma idéntica al paso nº1 (no olvidar verter agua antes de abrillantar).
  4. El abrillantado final: en este último paso conseguiremos un brillo espejo, en esta ocasión, utilizaremos los discos nº4. Pasaremos la pulidora hasta conseguir el brillo deseado (no olvidar verter agua antes de abrillantar). Como opción final, podemos pasar la pulidora con una mopa de algodón para acabar de secar y limpiar.
  5. Por último, para mantener el suelo en buen estado, podemos encerar ligeramente y pasar la pulidora con un disco PAD blanco.

Con estos pasos conseguiremos un suelo perfectamente pulido, no olvides usar un detergente neutro para fregarlo, nunca usar lejía ni derivados.

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