Aún queda para que acabe el verano, pero no viene mal ir pensando en cómo vamos a preparar la piscina cuando acabe la temporada de baños y empiece el otoño. Si preparamos bien la piscina, cuando llegue de nuevo el verano, estará en óptimas condiciones de uso.
Durante el invierno tenemos dos opciones: o bien vaciamos la piscina, o bien la dejamos llena de agua. Si eliges esta última opción, debes encargarte de que el agua esté limpia, para ello tienes que limpiar los filtros, el fondo y las paredes con regularidad durante los meses de frío.
Si eliges vaciar la piscina, podrás limpiarla y desinfectarla, además de detectar posibles grietas o roturas y arreglarlas. Esto supone un gasto y trabajo extra al volver a llenarla cuando llegue el buen tiempo.
Si cuando vayas a vaciar la piscina está muy sucia, no lo hagas a través del desagüe, ya que se podría atascar. La mejor opción en este caso es que utilices la bomba de filtro.
Y si optas por dejar la piscina llena, el nivel de agua debe mantenerse por debajo de los skimmers. El agua debe estar limpia y en buenas condiciones durante el invierno. No es necesario que añadas la misma cantidad de cloro y demás productos que en la época de baño, pero la depuradora deberá funcionar 8 horas al día como media.
Al igual que si vaciaras la piscina, también hay que limpiar la línea de agua, los skimmers, el fondo, paredes, etc. Hay que procurar que en la superficie no se acumule hojas y suciedad, para ello puedes cubrir la piscina con una lona o plástico fijo.
Si tapas la piscina, también ahorrarás en productos químicos, ya que está más protegida de agresiones externas.
Si en el lugar donde está la piscina son frecuentes los períodos de heladas, la mejor opción es vaciarla.
Sigue estos consejos y tu piscina estará en buen estado durante todo el invierno, y cuando llegue el próximo verano podrás disfrutarla desde el primer día.