Durante estos meses de abril y mayo muchas comunidades de vecinos, clubes sociales y propietarios de piscinas privadas comienzan con los preparativos para el verano. Para ello debemos garantizar la máxima higiene además de prestar especial atención a la seguridad física de las personas, pero esto no sólo debemos cumplirlo al comenzar el verano, si no durante todos los meses de calor en los que esté la piscina disponible.
A continuación os dejamos algunos consejos a tener en cuenta para mejorar la seguridad de nuestro recinto:
- La ley obliga a piscinas de uso comunitario y público a disponer de socorristas, por eso a la hora de contratarlos nos aseguraremos de que dispone de la titulación adecuada y de los requisitos necesarios para desempeñar su trabajo.
- El agua de la piscina debe controlarse de manera periódica para evitar infecciones, reacciones cutáneas, etc. Este control se documentará en el libro de aguas, que debe estar en todo momento a disposición del usuario que lo solicite.
- En piscinas de uso colectivo es imprescindible seguir las instrucciones de los socorristas y cumplir las normas del Reglamento de Régimen Interno. Este reglamento debe estar expuesto públicamente en un lugar visible, tanto a la entrada como en el interior de la piscina. En el cartel debe aparecer:
- Hora de apertura y cierre.
- No acceder a la zona destinada a bañistas con ropa o calzado de calle.
- Antes de cada baño es obligatorio ducharse.
- No arrojar papeles o residuos al suelo o al agua.
- Utilizar papeleras.
- No utilizar colchonetas, flotadores, etc.
- Por último, el recinto de una piscina debe estar correctamente señalizado, para ello tenemos que señalizar como mínimo: zonas de entrada y evacuación, medidas de profundidad de la piscina, aforo máximo, puesto de socorrista, piscina infantil y por supuesto las normas de uso.
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