Muchos aprovecharemos las vacaciones de verano para darle un nuevo aspecto a alguna habitación de nuestra casa, o incluso a la casa completa. Una buena opción para cambiar de aspecto es pintar las paredes, ya sea del mismo color para darle un aspecto más limpio, o cambiarlas de color.
Pero a veces, nos arrepentimos de tomar esta decisión puesto que cometemos errores a la hora de determinar la cantidad de pintura que necesitamos, al diluirla, o al número de “manos” que debemos darle. No te preocupes por eso este año, nosotros te damos a continuación una serie de consejos para que te sea más fácil tomar la decisión y no te arrepientas de haberlo hecho, si no que disfrutes del nuevo aspecto de tu habitación o tu casa entera.
Lo primero es saber cuánta superficie vamos a cubrir, porque sería un error quedarnos cortos de pintura o que nos sobre y gastemos dinero tontamente. Podemos calcular rápidamente qué cantidad de pintura necesitaremos de una manera muy sencilla: calcularemos el área a pintar y restaremos la superficie que ocupan las puertas y ventanas. Debemos tener en cuenta el rendimiento de la pintura, que varía según su tipología.
¿Cuántas manos de pintura le damos a la pared?, pues aplicaremos dos manos de pintura cuando la pared es del mismo color, y tres manos cuando la pintura es de otro color o cuando la pared es muy irregular o de material muy absorbente.
También es muy importante saber qué tipo de diluyente utilizar y qué cantidad: el agua la usaremos cuando se trata de esmaltes acuosos, y aguarrás en el caso de esmaltes acrílicos. Las cantidades también varían, entonces tengamos en cuenta que si vamos a pintar con rodillo o brocha agregaremos un 5% de diluyente respecto de la cantidad de pintura total. Si usamos pistola, la cantidad será del 10%.
Llevando a cabo estos consejos, seguro que te será más fácil pintar tu casa, y no te arrepentirás, al contrario, disfrutarás del cambio de aspecto y de lo limpia que parece ahora.